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jueves, 3 de febrero de 2011

NUEVA TEORÍA SOBRE EL ORIGEN DE LAS LETRAS DE NUESTRO ACTUAL ALFABETO



DESCUBIERTO EL ESLABÓN PERDIDO DEL ORIGEN DEL ALFABETO LATINO

Por Agustín Demetrio Pallarés Lasso

Este artículo pretende desarrollar una hipótesis de trabajo que demuestra cómo se formaron los diferentes signos alfabéticos que componen nuestro actual alfabeto latino.
Es una teoría totalmente nueva que contradice lo estipulado hasta ahora al respecto.
Además, se va a proponer en este trabajo de investigación, que algunos de nuestros actuales signos alfabéticos latinos ya están presentes en los albores de las escrituras más antiguas creadas por el ser humano.
La herramienta principal que se ha empleado para demostrar científicamente esta nueva teoría ha sido la utilización argumental de unos antiguos signos alfabéticos o numerarios que se han encontrado mediante la observación de diversos grabados rupestres hallados en las islas de Fuerteventura y Lanzarote del archipiélago de las islas Canarias, y dados a conocer a principios de los ochenta del siglo XX.


Muestra del antiguo signatario encontrado en las islas más orientales del Archipiélago Canario

Otro de los argumentos que se ofrece en este artículo para demostrar esta hipótesis de trabajo es que la mayoría de estos signos inmersos en esta interesante escritura encontrada, hasta ahora solamente en dos de las Islas Canarias, ya figuran en signatarios prehistóricos anteriores a lo que se considera actualmente el origen de nuestra actual escritura, considerados como herederos de las escrituras ideográficas de la antigua Sumeria. Por lo que si se logra razonar cómo se formaron estos signos encontrados en las Islas Canarias, y su anterioridad a los que se dice en la actualidad que son los signos precursores de nuestro alfabeto latino, es decir, los signos ideográficos sumerios, no quedaría duda de que esta nueva teoría que se va a exponer en este trabajo tendría un importante valor de carácter científico que consiguientemente avalaría lo que aquí se formule.

LAS PIEDRAS QUE HABLAN

La famosa "piedra rosetta" encontrada por las tropas de Napoleón en el viejo Egipto, sirvió para poder descifrar la enigmática escritura jeroglífica de aquella antigua cultura. Aquel pulido bloque de volcánico basalto estaba escrito usándose tres alfabetos distintos: el alfabeto griego de la época, el demótico, y el jeroglífico. A veces las piedras nos hablan de cosas antiguas, y nos pueden llegar a desvelar ciertos misterios.
Piedra ROSETTA. Egipto
 Hay dos islas en el archipiélago canario, llamadas Fuerteventura y Lanzarote, que poseen un suelo de procedencia eminentemente volcánica; sus llanuras, montañas y montículos, están salpicados por bloques de piedras de basalto de diferentes tamaños. Algunas de ellas lucen en sus superficies unos misteriosos grabados rupestres, unos figurativos, otros esquemáticos, y algunos otros de carácter alfabético o numérico. No son traducibles todavía, pero evidentemente nos pueden transmitir algo que en la antigüedad plasmaron las gentes que habitaban estas islas.
En principio habría que agradecer la paciente labor del Profesor alemán Werner Pichler quien realizó una excelente transcripción de los diferentes grabados rupestres de la isla canaria de Fuerteventura, donde se puede observar esta sugerente escritura, con el título de
" Die Schrift der Ostinseln Corpus der Inschriften auf Fuerteventura"

publicado en la revista Almogaren XXIII/1992 en sus páginas 313-453 VER TRABAJO DEL PROFESOR PICHLER. Todo esto fue ampliamente estudiado “in situ” por mí, no solo en la isla de Fuerteventura, sino también en la isla de Lanzarote, únicos lugares del mundo donde existen evidencias de esta escritura.
Observando estos interesantes y sugestivos signos lineales hallados en estas dos islas, con bastante detenimiento y profundidad, además de con ciertas dosis de intuición, esto último creo que muy importante para poder avanzar en la ciencia en general, fue cómo pude llegar a descubrir algo que si se confirmara podría catalogarse como precursor de un cambio radical del concepto que hasta ahora se tenía del origen de nuestra actual escritura latina, y que a continuación expongo en este artículo de investigación.

SORPRENDENTE CÓDIGO UTILIZADO PARA INVENTAR UNA ESCRITURA

Es sabido que todo el universo que nos rodea se sostiene según un evidente equilibrio que entre otras cosas evita que por ejemplo los diferentes astros que surcan el espacio choquen entre sí y se origine un caótico colapso general. Los astrónomos pueden explicar este equilibrio mediante fórmulas matemáticas y físicas.
Las fórmulas matemáticas pueden contener "soluciones infinitas".
Cuando la IBM empezó a fabricar sus computadoras, se utilizó, para que los “cerebros” de estas máquinas pudiesen desarrollar las diferentes soluciones a los problemas que se les plantearan, una combinación de dos signos, una combinación binaria (0 - 1).
Que esto se haga en la actualidad es lógico, pero ¿en la antigüedad? ¿Era posible que se llegasen a aplicar soluciones aritméticas en ámbitos como puedan ser las creaciones de combinaciones de signos para la formación de una escritura? Pues bien, el estudio y análisis de esta antigua palestra de signos lineales encontrada en Canarias demostró que se había formado a base de una sugestiva y hábil combinación  que constituía una "sucesión lógica", nada menos que de "carácter cuaternaria".
La primera línea de esta sucesión es recta, la segunda es una recta quebrada una vez, la tercera línea es la  primera recta quebrada dos veces y el cuarto signo que compone esta sucesión lógica, es la recta del primer signo quebrada “lógicamente” tres veces.


Fue realmente sorprendente el haber podido constatar que para lograr la confección de todos los signos que componían esta escritura, esta "sucesión lógica" de cuatro signos la habían combinado luego de una manera muy hábil:  la habían girado cada uno de los signos en noventa grados en sentido de las agujas del reloj, a excepción de la dificultad que se les había presentado para dos casos concretos, para lo cual habían recurrido a una variante que solucionaba el problema.


La primera columna de la izquierda contiene los cuatro signos primarios en su lógica sucesión cuaternaria. La segunda columna los cuatro signos con su giro de 90º en el sentido de las agujas del reloj. En la tercera columna los primeros signos girados 180º.  En la cuarta columna los mismos primeros signos con un giro de 270º.
En la caligrafía de estos signos, resultante de los distintos giros de los que componen la sucesión lógica, siempre se procuró abrir o cerrar más o menos sus ángulos de manera que se mantuviese un estilo lineal estilizado verticalmente 

Para no perder la verticalidad general del sentido lineal de estos signos se optó por añadir unos pequeños apéndices en los diferentes lados de los extremos del primer signo formado por la simple línea recta vertical.


El segundo signo supone la representación del primero (recta vertical simple) girado 90º en el sentido de las agujas del reloj. El tercer signo se refiere al primero girado 180º, y el cuarto signo es el primero girado 270

Y para el tercer signo de la recta quebrada dos veces, en su giro de 180º, tuvieron que hacerle girar también alrededor de un hipotético eje vertical obteniendo el efecto de imagen reflejada en el espejo:



El signo de la recta quebrada dos veces (tercer signo de la sucesión  lógica cuaternaria) al girarlo 180º en el sentido de las agujas del reloj, quedaría igual que el vertical, así que lo giraron otros 180º alrededor de un imaginario eje vertical consiguiendo invertir el signo.

LAS TEORÍAS ACTUALES SOBRE LA FORMACIÓN DE NUESTRO ALFABETO LATINO

Cuando actualmente estamos escribiendo algo, más de la mitad de la humanidad que habitamos este planeta lo hacemos utilizando la "escritura latina", una escritura impuesta por los romanos justo al comienzo de lo que luego sería un Imperio. Libros, tratados y leyes, teorías, poemas, cartas de amor, etc., y todo método de expresión escrita que hemos estado utilizando durante muchos siglos, lo hacemos y lo hemos hecho, según el alfabeto que nos fue legado desde aquella remota época: la escritura de origen latino, justo por ejemplo, la mayoría de las letras que están impresas en las teclas de mi ordenador, "las que estoy pulsando en estos momentos para tratar de comunicarles algo".
La primera pregunta que planteamos es la siguiente: ¿cómo se les ocurrió a los romanos de aquella época aglutinar una serie de signos alfabéticos que luego acabarían configurando la que actualmente llamamos escritura latina?, y, más aun, ¿de dónde les llegaron esos signos alfabéticos?, o, ¿aquellos signos que acabaron inventando, o recopilando para formar su escritura, cómo se formaron, o por qué eran así?.
Los expertos y académicos científicos que han estudiado este, por qué no decir, apasionante tema, han llegado a la conclusión de que el alfabeto latino utilizado por los romanos, y por nosotros mismos en la actualidad, no fue totalmente un invento de ellos, sino que la mayoría de los signos de este alfabeto ya habían sufrido una determinada evolución a lo largo de la historia, antes de que fuesen utilizados para confeccionar su escritura.
Los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante ideogramas, que representaban palabras y objetos. En algunos conjuntos de tablillas, como los de Uruk, se han contado hasta 2000 signos cuneiformes. En los siglos sucesivos, tal variedad se redujo enormemente, hasta que durante el período acadio eran usados con asiduidad unos 600.
Las pistas del origen de nuestro alfabeto comienzan, según las teorías denominadas "oficiales", en el valle que delimitan los ríos Tigris y Eufrates, en la actual y convulsiva tierra del país de Irak. Allí, y en la antiguamente denominada Sumeria, hace aproximadamente unos cuatro mil quinientos años, surgieron los que actualmente se cree fueron los primeros métodos de expresión gráfica, y que se consideran como precursores de nuestro actual alfabeto latino; sus primeras manifestaciones fueron mediante un código pictográfico, luego mediante una expresión ideográfica, para más tarde, hace apróximadamente unos tres mil quinientos años, derivar todo esto en las escrituras denominadas lineales, mientras, en la misma época, en el antiguo Egipto se estuvieron utilizando las escrituras figurativas o jeroglíficas.
Algunos signos de las escrituras Hieráticas y Demóticas, que junto a las Jeroglíficas, constituían las escrituras practicadas en el antiguo Egipto

LA TEORÍA DE DIFUSIÓN DE LOS ALFABETOS PRECURSORES DE NUESTRA ESCRITURA LATINA

Pues bien, se cree que estas primeras expresiones ideográficas de la antigua Mesopotania se extendieron hasta las tierras actualmente ocupadas por Israel, Líbano y Palestina, relativamente próximas a Sumeria, desde donde aquellas poblaciones semíticas que habitaban esa zona,  comenzaron con diversas prácticas, a inventar unas escrituras lineales denominadas protosinaíticas, según se nos dice,  utilizando las antiguas expresiones ideográficas sumerias como ejemplos para desarrollar su propia escritura. Luego fueron las poblaciones fenicias, difusoras por todas las costas mediterráneas de comercio y cultura, quienes presentaran al mundo occidental el germen de lo que sería, al parecer, nuestra actual escritura latina.
En esta aparente siembra de oriente a occidente, que sirvió para cosechar nuestra actual escritura, apareció, casi en la misma época que la que sirvió de expansión a los fenicios: Grecia, con su escritura griega; también, la cretense y chipriota, con las escrituras lineal A y lineal B.
Lineal A

Lineal B

















Escrituras Fenicias, Púnicas y Neopúnicas
  La de la principal colonia fenicia de la época, en el actual Tunez, Cartago, con sus escrituras púnicas.
La líbica, en el resto del norte de África; las escrituras íberas y tartesias en la Península Ibérica, las escrituras rúnicas, precursoras de las antiguas lenguas germánicas de Escandinavia, parte del centro de la actual Europa y las Islas Británicas. Al parecer, todas estas antiguas escrituras estaban de alguna manera emparentadas. Y por último, el que parece ser el definitivo eslabón utilizado por los romanos para la confección de su escritura latina, la escritura etrusca y sus posteriores y derivadas de ésta, escrituras "satélites" en la península Itálica: la escritura sícula, picena, falisca, umbra y osca.
La escritura latina surgió definitivamente en la actual Italia, aproximadamente en el S. VII antes de Cristo. El alfabeto que constituyó dicha escritura estaba compuesto por 25 signos, todos ellos letras que denominamos actualmente mayúsculas, porque las denominadas minúsculas fueron creadas en la edad Media, por tanto mucho después, llegándose al punto de que aquellos romanos creadores de la escritura latina no podrían descifrar las actuales letras minúsculas de esta escritura.
Pero, cuando si utilizamos cierto inconformismo y nos ponemos a observar la que nos dicen los científicos, evolución desde sus génesis, de cada una de las letras de nuestro alfabeto, algo extraño surge inmediatamente en las mentes más avezadas; algo que no concuerda.  La evolución que aparentemente sufrieron los distintos signos alfabéticos desde las expresiones pictográficas e ideográficas de la antigua Sumeria, para luego, como nos dicen pasar de las escrituras más antiguas del Mediterráneo oriental hasta los signos denominados de la escritura latina, y que nos quieren hacer ver, la evolución de la “A”, la "B", la "C", la de la "O" desde el dibujo de un "ojo", la de la evolución de la "M", desde el dibujo de pretendidas olas de un "mar", etc., todo se torna entonces en un oscuro resultado final, en algo que no tiene un argumento sólido que lo respalde, y en realidad es así, la explicación que nos dan de la evolución que sufrieron cada una de las letras de nuestro alfabeto nos transmiten un halo de incredulidad por su debilidad definitoria. 

Aquí se puede ver la evolución de los distintos signos alfabéticos latinos desde sus creaciones iniciales. Teoría "oficial" establecida hasta ahora.

LA CLAVE DEL DESCUBRIMIENTO DE LA NUEVA TEORÍA SOBRE LA FORMACIÓN DE NUESTRO ALFABETO

En un lugar ciertamente apartado del escenario cultural, en donde se desenvuelven todas aquellas escrituras antiguas, aparentemente emparentadas y en cierta manera precursoras de la escritura latina, las costas y países de la época que envuelven el Mediterráneo; fuera de éste, más allá del estrecho de Gibraltar; en un archipiélago a unos 1200 kilómetros de dicho estrecho, en plena zona oriental del Atlántico, en el Archipiélago Canario, se puede observar cómo sus antiguos habitantes, de una raza o etnia cultural llamada genéricamente "guanches", o los antecesores de éstos en el poblamiento de esas islas, nos legaron unas escrituras mediante grabados rupestres generalmente alfabetiformes, aunque en mucha menor medida se puedan observar también estos grabados en otros soportes materiales como la madera y hueso, escrituras que, primero, son escrituras muy curiosas en su adscripción, ya que aunque una de ellas tiene un claro emparentamiento con la escritura que se practicaba desde al parecer seis o siete siglos antes del nacimiento de Cristo en la antigua Libia cercana a este archipiélago, el actual Magreb, sin embargo, esta escritura "líbica" de Canarias mantiene algunas diferencias con respecto a ésta. Veamos: 
Algunos signos que están en las escrituras que se denominan líbico-bereberes, en el archipiélago canario, no se encuentran en su aparente precursora del vecino continente africano, así como, inmersa en algunos de estos paneles escriturarios encontrados de la escritura "líbico-bereber canaria" se pueden encontrar signos del Tifinagh, una escritura que aparentemente aparece en el noroeste de África ya después del nacimiento de Cristo.
Pero, es en las dos islas más orientales del Archipiélago Canario donde aparecen una serie de signos lineales que no tienen parangón alguno con los  que  componen la escritura líbico-bereber, a pesar de que esta  escritura líbico-bereber aparece también en esas dos islas de Lanzarote y Fuerteventura; ni esta extraña, aparentemente escritura, aparecida en las basálticas rocas de estas dos islas tiene absolutamente paralelismo alguno con las que hayan aparecido en el vecino continente africano; ni siquiera se trata de ninguna otra escritura hallada hasta la fecha en algún otro lugar del mundo, es decir, estamos hablando de un auténtico endemismo escriturario de estas dos islas canarias, aunque, sí es cierto, que esta antigua escritura a la que nos referimos, que incluso en algunos lugares de estas dos islas se funde con la líbico-bereber, encontrándose alguna mezcla de estos dos signatarios en algunos paneles rocosos; esta escritura endémica, decíamos, por la evidente forma de sus signos, está emparentada sin duda alguna con la palestra de antiguas escrituras, la mayoría, por su entorno, mediterráneas, que describíamos anteriormente.
Inscripciones líbico-bereberes de la isla canaria El Hierro. Esta escritura se ha encontrado en prácticamente todas las Islas Canarias.
En las islas más orientales, Fuerteventura y Lanzarote, además de encontrarse también esta escritura líbico-bereber, se han encontrado los signos utilizados como uno de los argumentos para desarrollar la teoría aquí expuesta.

DECODIFICADO EL ESLABÓN PERDIDO QUE DEMUESTRA ESTA NUEVA TEORÍA

Lo primero que me sorprendió en esta antigua escritura endémica canaria fue sus formas exclusivamente lineales y abiertas, no existía ningún signo de forma circular, y el círculo, sin embargo, sí estaba presente en prácticamente todas las formas de escritura, tanto antiguas como modernas. También las diferentes combinaciones entre sus signos, formando agrupaciones de tres signos las más pequeñas y de unos catorce las agrupaciones mayores, guardaban un diseño bastante elegante, ya que sus signos, todos ellos con trazos verticales , se ceñían con cierta armonía, siguiendo entre ellos una aparente correlación paralela en sus trazados.
Luego, cuando intenté averiguar, aplicando cierta lógica, en qué dirección se podrían leer sus diferentes signos, me di cuenta de algo muy extraño y realmente sorprendente, y era que, los observaras de izquierda a derecha, al revés, o de arriba hacia abajo o viceversa, todos los signos de esta escritura tenían su lógica, y no se desvirtuaban aunque variasen de posición; si cada signo lo giráramos en dirección de las agujas del reloj, o a la inversa, siempre eran signos que se podrían catalogar como perfectamente válidos y pertenecientes a esta escritura.
Veamos qué se puede conseguir con cualquier agrupación de signos de esta escritura, según esto, variando el sentido de su lectura:

En primer lugar podemos ver una agrupación cualquiera de estos signos.



Ahora giramos sus diferentes signos.



Y ahora giramos de nuevo sus diferentes signos.


Tambien se puede observar que la confección de estos peculiares signos tenía una clara concordancia con la escritura latina, porque evidentemente  hay signos concordantes en una y en otra, como las conocidas "N", "M", "W" , etc; pero al mismo tiempo, diferían de una manera obvia.
la abundancia y a veces de manera consecutiva realización de signos agrupados trazados con simples rayas totalmente rectas en la escritura canaria que no existe en la latina.

Los abundantes apéndices que sobresalían de varios diferentes signos en la escritura canaria inexistentes en la latina.

Además se pueden observar en esta escritura canaria las frecuentes ligaduras entre signos que se presentaban a veces separados, pero en otras  ocasiones ligados, con aparentes intenciones de formar signos nuevos y con posibles valores numéricos o fonéticos y traducibles o interpretados de forma diferente a cuando se presentan desglosados, y que claramente nos indican cuál fue el origen de algunas letras latinas a base de ligaduras de dos signos de la sucesión lógica cuaternaria.


Se puede observar que en esta escritura encontrada en Canarias efectivamente se ven signos de la escritura latina, pero también es bastante clara su diferencia con ésta, diferencia que estriba notoriamente en el carácter simplificador que determina la observación de la escritura canaria con respecto al aspecto más evolucionado que demuestra la latina, aunque claramente se pueden observar cómo muchos de sus signos derivan de los que componen la sucesión lógica cuaternaria y sus ligaduras entre si, encontrados en esta antigua escritura canaria.
La conclusión de cómo se pudo fabricar esta escritura es demoledora por su originalidad y por su intelectualidad aplicada, siendo su origen, probablemente, el desarrollo de una combinación de "sucesión lógica", acabada en un, nada menos que, cómputo cuaternario. Los cuatro signos que componen esa sucesión lógica y cómputo cuaternario definitivamente son, y los recordamos aquí: el primero de ellos una simple raya recta y vertical; el segundo signo sería el anterior, pero quebrado una vez; el tercero de los signos, ya lógico en esta sucesión sería, el primero de los signos quebrado dos veces, y el cuarto signo del cómputo cuatrinario sería el primero de los signos quebrado tres veces.
Pero lo verdaderamente extraordinario de esta sucesión lógica de un sistema cuatrinario, decíamos, es que las diferentes variantes que se utilizan para confeccionar todos y cada uno de los signos que forman esta apasionante escritura son el giro en el sentido de las agujas de reloj de estos signos de ese cómputo, de noventa en noventa grados, con una excepción, el tercer signo de esta sucesión, que en un momento dado sufre un giro pero no en el sentido de las agujas de un reloj, sino en un giro de ciento ochenta grados a través de un hipotético eje vertical, es decir, como si ese signo lo viésemos en un momento dado reflejado en un espejo.

DEMOSTRACIÓN DE LA ANTIGÜEDAD DE LA ESCRITURA QUE CONSTITUYE EL PERDIDO ESLABÓN QUE AQUÍ SE DESVELA

Una vez descifrada la génesis de cada uno de los signos que forman esta escritura, signos presentes en la actual escritura latina que practicamos en la actualidad tantos seres humanos en nuestro planeta, el siguiente análisis que hemos procedido a realizar es el de dilucidar si estos signos hallados en las islas más orientales del archipiélago canario son anteriores o posteriores a la escritura latina inventada en los albores del imperio romano, o incluso lo más importante, comprobar si estos signos proviniesen, o fuesen, incluso más antiguos que los textos ideográficos sumerios.
Ya que no existe aparentemente ninguna posibilidad de datar estos signos en los actuales soportes materiales sobre los que se han encontrado, es decir, sobre las piedras basálticas de estas dos islas de Fuerteventura y Lanzarote, y no existiendo contexto estratigráfico para tal posibilidad, procedí al estudio comparativo y estadístico con otras escrituras antiguas.
Pero, ¿en qué estadío se encuentran estos signos que estamos estudiando?   Según nos indican las teorías vigentes, todo el proceso de formación de los signos de la actual escritura latina parte de las escrituras figurativas sumerias, pasando luego a las fenicias, griegas, y finalmente por la etrusca, antes ya de desembocar en la escritura latina, es decir, apoyado este proceso en la establecida corriente cultural  "orientalizante",  de "oriente a occidente", siendo por tanto todo el Mediterráneo occidental más atrasado, y solamente imbuido de ciertas señales de culturización, como puedan ser las habilidades escriturarias, después de la llegada de griegos y fenicios a sus costas. Hasta ahora, en términos generales es lo establecido, y digo en términos generales pues hay algunas, no solamente notas y voces discordantes, sino evidencias científicas de un peso específico devastador que indican todo lo contrario, que mucho antes de que llegasen desde oriente estas escrituras ya había ciertas formas de expresión escrituraria lineal en el occidente mediterráneo, de hasta cuatro mil años antes de Cristo, pero no solo eso, sino, que signos utilizados en la actual escritura fabricada por los romanos, que utilizamos en la actualidad, ya se puede ver que existían en aquellos antiquísimos signatarios del Mediterráneo occidental.

CIENTÍFICOS QUE CORROBORAN PARTE DE ESTA TEORÍA AQUÍ EXPUESTA

Primero tengo que agradecer la inestimable colaboración, para realizar este trabajo de investigación, de la Licenciada en Lenguas Eslavas por la Universidad de Odessa, Viktoria Ozarinskaia, por la aportación de sus conocimientos epigráficos que ayudaron a resolver las diferentes hipótesis aquí expuestas.
Veamos lo que nos dice la Doctora Ana María Vázquez Hoys, de la que hemos utilizado algunos de sus valiosos trabajos y publicaciones científicas para apoyarnos en la demostración de la antigüedad de algunas escrituras y sus correspondientes signos que las componen. La Sra. Ana María Vázquez es Doctora en Historia Antigua por la Universidad Complutense de Madrid y Profesora del Departamento de Historia Antigua de la UNED (Universidad Española a Distancia), así como Profesora del Centro Asociado a dicha Universidad en Madrid. Miembro de diversas asociaciones de gran importancia a nivel internacional de estudios de la Antigüedad, así como autora de casi treinta libros y ensayos, como "El Diccionario del Mundo Antiguo", "El Mundo Griego. De los inicios a la conquista romana", "Historia de Roma I. La República romana", o "Grecia. El Mundo griego", etc. Esta Doctora en Historia Antigua nos dice: "En la península Ibérica ya se utilizaban signos de escritura miles de años antes de que los fenicios aparecieran por sus costas. Esta innovadora tesis viene avalada por los estudios aportados en este libro" (se refiere a "Las golondrinas de Tartessos", de la editorial Almuzara). "En el museo de Huelva(España) se encuentran expuestos dos útiles prehistóricos, fechados aproximadamente en los milenios IV-III a. C, encontrados en sepulcros megalíticos, con evidencias de dos escrituras diferentes".

Signos de la escritura megalítica, tipo lineal, Huelva I o San Bartolomé, del pulidor de flechas de la sepultura dolménica de San Bartolomé, Huelva (España) Carlos Cerdán Márquez, y, Georg y Vera Leisner
"Nótese que están presentes los cuatro signos de la sucesión lógica cuaternaria, incluso, algunos de ellos se pueden ver girados", todo ello 1500, ó 2000 años antes de que los sinaitas "inventasen" la escritura lineal a partir de las ideográficas sumerias" 

Pero no son las únicas muestras; existen otras en el sur peninsular. Debemos poner en duda lo que hasta ahora se consideró como verdad irrefutable: que fueran los fenicios quienes nos enseñaron a escribir. ¿Y si en realidad hubiera ocurrido lo contrario? ¿Y si esos Pueblos del Mar, procedentes algunos de la Península Ibérica, hubiesen enseñado sus signos a los fenicios? ¿Escribirían los fenicios sus propios anales en una escritura de occidente?
Los fenicios, al llegar a la Península Ibérica a finales del II milenio antes de Cristo, encontraron gentes que ya usaban un torno rápido para pulir el oro y que escribían signos lineales. El geógrafo griego Estrabón se refirió a los turdetanos como un pueblo que tenía leyes escritas en verso de seis mil años de antigüedad. Las escrituras de Huelva no están solas en la penumbra de la Prehistoria: numerosos signos de escrituras ""prehistóricas" fechadas a partir del 7.500 a. C aparecen en Europa y en las islas del Mediterráneo". (Dra. Ana María Vázquez Hoys) NUEVO DESCUBRIMIENTO SOBRE EXPANSIÓN CULTURA NEOLÍTICA

CUANDO COMIENZA LA HISTORIA NO ES CUANDO EMPIEZA LA ESCRITURA

No, porque sencillamente, y cada vez mejor, se puede demostrar que antes de que comience la Historia con las primeras traducciones de las representaciones, todavía ideográficas, de la antigua Sumeria(Uruk IV) hace entre unos  3400 y 2003 años antes del nacimiento de Cristo, y de sus coetáneas escrituras jeroglíficas del antiguo Egipto, ya existían signos lineales escriturarios, perfectamente datados en diferentes contextos arqueológicos, que nos revelan el poder de expresión gráfico que ya poseían poblaciones del antiguo neolítico y calcolítico, como los diferentes signos alfabéticos encontrados en el sepulcro megalítico de Huelva(España). Pero también se han encontrado signos de escrituras lineales antiquísimas en Rusia y en Ucránia. O en Rumanía o Bulgaria. En Bulgaria, en las “tablas de Gradeshnitsa”, datadas en 4000-5000 años antes de Cristo, con signos idénticos a los que componen la escritura de Canarias expuesta aquí para desarrollar esta teoría.

Signos de las Tablas de Gradeshnitsa (Плочката от Градешница), Bulgaria

Los clarísimos signos alfabéticos encontrados en el asentamiento prehistórico de Dispilio en una tablilla de madera datados en 5260 años antes de Cristo. Los símbolos escriturarios de la antigua cultura de “VinÇa”, en Serbia, y datada en 5000-4000 años antes de Cristo. Antiguos signos de escrituras pre-eslavas, en la Cueva de Sitovo, Plovdiv (Пловдив), Bulgaria, de nuevo casi idénticas a los signos canarios estudiados aquí.

Signos de Sitovo, Plovdiv ( Пловдив), Bulgaria. 4500 a. C.
"de nuevo se pueden ver perfectamente los diferentes signos del sistema de signos cuaternario estudiados aquí"

Signos del “sello de CaranovoBulgaria, de 4800 años antes de Cristo. El “disco de Festos”, con 260 signos impresos, de la antigua cultura de Creta de entre 1700-1600 años antes de Cristo, etc.
Todas estas escrituras antiguas constituyen evidencias científicas que demuestran, en función del desarrollo de la teoría que se intenta exponer aquí, dos cosas primordiales, una, que cuando en la antigua Sumeria se empezaron a utilizar los primeros signos lineales, y que al parecer de las teorías vigentes evolucionaron para que se formaran las escrituras fenicias y griegas, y luego desembocase en la actual escritura latina, ya en la Europa oriental, en la zona de influencia del río Danubio, en las proximidades de Grecia y en las islas del Egeo, así como en algunas zonas de la Península Ibérica, ya se escribía, y con signos alfabéticos de formas lineales. La otra cuestión que ilumina estas evidencias científicas del antiguo neolítico y calcolítico es que varios de estos signos alfabéticos encontrados, de una antigüedad de varios miles de años anteriores al nacimiento de Cristo, están en la sucesión de signos que aquí se intentan exponer como los verdaderos precursores de la actual escritura latina, y encontrados en lo que se podría denominar como “eslabón perdido del génesis de la escritura latina actual”.

Muestras de distintas agrupaciones de los signos encontrados en las islas canarias de Fuerteventura y Lanzarote.
Nótese su elegante línea caligráfica.
También se puede apreciar que todos sus signos son pertenecientes a la aquí expuesta sucesión lógica cuaternaria y a los distintos giros de esos signos primarios.
Tambien son apreciables los abundantes apéndices con los que se adornaban estos signos primarios, no solamente en estos signos canarios, sino también en los signos iguales a estos encontrados en estratos del neolítico y calcolítico del sur de la Península Ibérica y en otros signos de aproximadamente la misma época en la zona del Danuvio.

EL CÓDIGO DE SIGNOS CUATERNARIO EN SIGNOS ANTECESORES DE LA ESCRITURA LATINA

No solamente estos signos de la sucesión lógica de un sistema cuaternario, que decodificamos,  formaron parte de esta antigua escritura canaria, ni siquiera lo fueron de ésta y de las escrituras prehistóricas halladas en  Rusia, Ucrania y en toda la zona de influencia del gran río Danuvio, norte de Grecia, islas del Egeo, o en la Península Ibérica; todas ellas datadas en épocas del neolítico o calcolítico, así como algunas de ellas pertenecientes a culturas megalíticas, sino que también estos signos, lógicamente, siguieron estando presentes en aquellas escrituras antecesoras a la latina y ya más cercanas a ésta temporalmente, como la griega y la etrusca
Escrituras rúnicas de poblaciones indoeuropeas protocélticas del centro-norte europeo y de parte de  la antigua Britania del primer milenio A.C. Éstas son probablemente herederas de aquellas antiguas escrituras protoeslávicas de la amplia zona alrededor del Danuvio, descritas aquí como poseedoras del primigenio código de sucesión cuaternaria que constituyó el invento de la actual escritura latina.
Se ve claramente como se utilizaban casi exclusivamente los cuatro signos primarios estudiados  en este trabajo, con sus correspondientes giros y ligaduras entre sí.

Estas escrituras son probablemente descendientes de las que existían en la zona en épocas megalíticas, como la encontrada en Huelva y expuesta en este estudio como perteneciente al comienzo de la formación de las primeras escrituras mediante el código de sucesión cuaternario planteado aquí.
Se han añadido, por las poblaciones posteriores de la zona, otros signos geométricos y simbólicos quizás proveniente de una escritura de carácter sagrado, para desembocar en estas escrituras  coloquiales posteriores expuestas en este cuadro.














































Esquema que se propone para la evolución de nuestra actual escritura latina según la teoría expuesta en este trabajo.  Es evidente, en este caso, el carácter de mera hipótesis de este cuadro, pero se ofrece con la intención de su estudio y debate(hacer siempre un "click" en los cuadros si se quieren aumentar)


Ultimos estudios especializados sobre las distintas migraciones de la zona entre el Mesolítico y temprano neolítico: TRABAJO PUBLICADO EN LA REVISTA "QUATERNARY RESEARCH"


CONCLUSIÓN 

La escritura latina, en la mayoría de sus signos o letras, no procede por tanto de una evolución a partir de los signos ideográficos de la antigua Sumeria, ni de una escritura protosinaitica, ni de una difusión de ésta a lo largo de las costas del Mediterraneo por parte de los fenicios, sino de una escritura lineal mucho más antigua que se practicó en diversas zonas de la Europa del neolítico y calcolítico, o incluso mucho antes, es decir, proponemos que la evolución de la escritura  difiere bastante de lo pretendido hasta ahora.

En el siguiente cuadro se hace una exposición de la formación de la mayoría de los signos que utilizamos actualmente en nuestra escritura latina a partir de los signos formados por la sucesión lógica del sistema cuaternario inventado en la antiguedad
 
Agustín Demetrio Pallarés Lasso
Lanzarote (Islas Canarias)
34 609291736
Astro-arqueología en Lanzarote